Obsolescencia programada, ¿tus dispositivos duran menos?

Obsolescencia programada: El secreto detrás de por qué tus dispositivos duran cada vez menos

¿Alguna vez te has preguntado por qué tu smartphone comienza a fallar justo cuando se cumple el plazo de garantía? O por qué una impresora deja de funcionar después de imprimir exactamente cierto número de páginas? Esto no es casualidad: se trata de la obsolescencia programada, una práctica empresarial que diseña productos para que tengan una vida útil limitada.

¿Qué es exactamente la obsolescencia programada?

La obsolescencia programada es una estrategia de mercado que consiste en acortar deliberadamente la vida útil de un producto para incrementar su frecuencia de reemplazo. Las empresas diseñan sus productos para que fallen o se vuelvan obsoletos después de un período determinado, obligando a los consumidores a comprar nuevos modelos.

Existen varias formas en que se manifiesta esta práctica. La obsolescencia técnica ocurre cuando un componente clave está diseñado para fallar tras cierto tiempo de uso. La obsolescencia de software sucede cuando las actualizaciones hacen que dispositivos antiguos funcionen más lento o dejen de ser compatibles. Y la obsolescencia psicológica se basa en campañas de marketing que nos hacen sentir que nuestros dispositivos están “pasados de moda”.

Ejemplos cotidianos que todos hemos vivido

Smartphones y tablets

El caso más conocido es el de los smartphones que reducen su rendimiento con cada actualización de software. En 2017, Apple admitió que ralentizaba intencionalmente iPhones más antiguos, argumentando que lo hacía para preservar la vida de la batería. Muchos usuarios reportan que sus dispositivos comienzan a fallar notablemente alrededor de los dos años de uso.

Impresoras

Algunas impresoras incluyen contadores de páginas que las hacen dejar de funcionar después de imprimir cierta cantidad, mostrando un mensaje de error que solo técnicos autorizados pueden resetear. Los cartuchos de tinta también suelen tener chips que indican que están vacíos cuando aún contienen tinta.

Electrodomésticos

Lavadoras, refrigeradores y hornos microondas ahora incorporan placas electrónicas que son más difíciles y costosas de reparar que los sistemas mecánicos tradicionales. Un simple problema puede requerir el reemplazo de toda la placa, haciendo que la reparación no sea económicamente viable.

El impacto real de esta práctica

Consecuencias económicas para los consumidores

El costo más evidente es el económico. Las familias deben destinar más dinero al reemplazo constante de dispositivos que deberían durar más tiempo. Según estudios, un hogar promedio gasta entre 15-20% más en tecnología que hace una década debido a la corta vida útil de los productos.

Daño ambiental

El impacto ecológico es devastador. La producción constante de nuevos dispositivos genera:

  • Mayor extracción de recursos naturales
  • Aumento en el consumo energético
  • Acumulación de residuos electrónicos tóxicos
  • Incremento de la huella de carbono por transporte y manufactura

Desperdicio de recursos

Cada dispositivo descartado prematuramente representa minerales raros, metales preciosos y energía malgastados en su producción. Materiales como el coltán, litio y tierras raras se extraen en condiciones ambientalmente cuestionables para terminar en vertederos demasiado pronto.

Cómo identificar y combatir la obsolescencia programada

Señales de alerta

Acciones que puedes tomar

Investiga antes de comprar: Busca marcas conocidas por su durabilidad y facilidad de reparación. Prioriza la reparabilidad: Elige productos con componentes estándar y accesibles. Exige tus derechos: En muchos países, los productos deben durar un tiempo razonable según su naturaleza y precio. Apoya la economía circular: Compra productos reacondicionados y repara en lugar de reemplazar.

El movimiento por el derecho a reparar

Afortunadamente, crece globalmente el movimiento por el derecho a reparar. Activistas, consumidores y algunos gobiernos están presionando para que:

La Unión Europea ya ha dado pasos importantes, estableciendo estándares de durabilidad para electrodomésticos y exigiendo a fabricantes de electrónicos que provean piezas de repuesto por hasta 10 años.

Conclusión, hacia un consumo más consciente

La solución a la obsolescencia programada requiere un cambio en nuestra mentalidad como consumidores. Debemos valorar la calidad sobre la cantidad, la durabilidad sobre la novedad. Al elegir productos diseñados para durar, no solo ahorramos dinero, sino que reducimos nuestro impacto ambiental y enviamos un mensaje claro a las empresas: queremos productos que valgan la pena.

¿Has experimentado la obsolescencia programada con alguno de tus dispositivos? ¿Qué estrategias usas para hacer que tus productos duren más? ¡Comparte tus experiencias en los comentarios!

Salir de la versión móvil